Casi todos tenemos de casi todo y por eso no es tarea sencilla acertar cuando vamos a hacer un regalo. Repasamos cinco consejos que podemos tener en cuenta si queremos que nuestro obsequio sea todo un éxito.
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- Lo primero y principal es tener clara la relación que tenemos con la persona a la que vamos a hacer un regalo. Si se trata de nuestra pareja, nuestra madre, una prima, un amigo, un niño, o es un detalle que vamos a hacer a alguien con quien no tenemos mucha confianza. Para todos, debe ser algo que valore y que incluso hasta necesite. Sin que sea demasiado íntimo si no existe esa relación estrecha ni demasiado impersonal si se lo hacemos a nuestro novio. Ahí está la dificultad.
- El regalo debe mostrar y expresar que lo has comprando pensando en esa persona, es decir, empatía. Si se trata de alguien cercano quizá sea más sencillo si conoces sus gustos, si sabes que necesita algo (aunque nos alejamos de la originalidad, si sabes que lo quiere o que le encanta, es acierto seguro). Si no conoces mucho al agasajado pero tienes que regalar igualmente, intenta ser original pero sin que sea demasiado extravagante. Pero que todo tenga un significado.
- Debe notarse que te has esforzado. Existen regalos “estándar” que más o menos puedes regalar a todo el mundo en un momento dado, pero intenta que aunque no sea demasiado original sea especial, que tiene un sentido. Por ejemplo, si regalas un libro (que de por sí puede ser algo socorrido) intenta que sea una edición especial de su cuento favorito, o una obra inédita de su autor preferido. Que se note que has investigado, que no es algo que se regala “por regalar”.
- Ten en cuenta también la época del año en la que estás y el objetivo del regalo. Si es una aniversario, un cumpleaños, un regalo porque sí, una fiesta de un amigo de un amigo de un amigo al que te han invitado de rebote, Navidad… Y valora qué tipo de obsequio es el adecuado para el tipo de momento en el que va a realizarse.
- Decide, también, qué objetivo deseas lograr con el regalo: emocionar, sorprender, cubrir una necesidad que tiene alguien pero le faltan recursos para ello, salvar un compromiso… Si optas por la sorpresa, que suele ser acierto casi asegurado, es fundamental que pienses en la otra persona y no regales según sean tus gustos. Y aunque busques sorprender, que se note el cariño que has puesto en ello. Para que de verdad le guste es imprescindible que observes a esa persona y la conozcas, sepas por dónde puedes entrarle para que no se espere el regalo que le hagas. Si el corazón es quien te guía, el acierto está asegurado.
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