Si quieres acertar haciendo un regalo o teniendo un detalle con alguien hacerlo a través del estómago y encima personalizado será todo un éxito. Un ejemplo de ello son las galletas personalizadas, un regalo divertido y original que seguro encanta al homenajeado. Cuidado como intolerancias y alergias varias a la hora de comprarlas.
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Además, con este tipo de galletas podrás mandar dulces mensajes: decir te quiero, pedir disculpas, desear buena suerte, dar las gracias, o simplemente arrancar una sonrisa en aquel que las reciba. Porque las opciones de personalización son muchas, basadas en aficiones, en personajes favoritos, para ocasiones especiales (una boda, una comunión…). Algunos ejemplos.
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Hacer galletas personalizadas no es sencillo si no tenemos ciertos conocimientos de cocina, por lo que acudir a profesionales de ello siempre es una buena opción, además te dan la posibilidad de personalizarlas como desees, con fotografías, palabras o formas a tu gusto.
Sin embargo, si te gusta la cocina, también puedes hacerlas en tu casa, en Internet encontrarás muchos tutoriales que te guiarán en el camino y te darán ideas en cuanto a productos utilizados en la decoración y formas de hacerlo. Como consejos generales, la masa de harina, mantequilla, azúcar glass y huevo debe quedar muy homogénea y muy fina; le daremos formas con moldes que existen para ello y dejaremos enfriar la masa.
Una vez hecho esto, es cuando nuestra imaginación entra en juego, y por qué no nuestra pericia, y es que la decoración y personalización se puede hacer de muchas maneras, con chocolate, con glasé, fondant, candy, caramelo…
Si, por ejemplo, optamos por el fondant, deberemos ver primero si está teñido o no, en caso de que no existen colorantes para ello. Luego lo estiramos para dejarlo fino y le damos la forma que queramos, le ponemos agua en la base y lo colocamos encima de la galleta. Dejamos secar y a disfrutar…
Imágenes de I Love Cookies, Kuki Fiesta
